La Ciudad de México es un lugar en el que se encuentra casi todo, pero muchas veces, los habitantes de la capital buscan darse un respiro del tráfico y del caos que puede encontrarse en las calles de esta gran urbe, es por eso que te puedes estar preguntando ¿a dónde ir esta Semana Santa?
Es por eso que si quieres cambiar el tiempo que pasas todos los días en tu vehículo para llegar al trabajo y quieres ir a otro lado para divertirte, aquí te dejamos tres pueblos mágicos cercanos a la Ciudad de México, para que puedas visitar en esta temporada vacacional y te desconectes del ruido y el smog de la CDMX.
Valle de Bravo
A tan solo 145 kilómetros de la Ciudad de México, se encuentra un lugar encantador, por si aún te preguntas a dónde ir en Semana Santa. Valle de Bravo un paraíso entre agua y montañas, en este pueblo mágico podrás recorrer las calles mientras saboreas una deliciosa nieve y si lo tuyo son más las actividades de aventura, podrás practicar esquí acuático o vela, o si quieres también puedes ir de pesca.
Con sus paisajes boscosos, es un lugar ideal para ir en pareja o familia. Muchos acuden hasta aquí para pasar un maravilloso día de campo, aunque también hay cabañas en las que te podrás hospedar y disfrutar de un clima templado que es el que predomina la mayor parte del año.
Tepoztlán
90 minutos separan a la Ciudad de México con el municipio de Tepoztlán, en Morelos. Cuenta con unas calles al estilo colonial que podrás recorrer disfrutando de su espectacular clima, rodeado de montañas es ideal para ir a dar una caminata por el Cerro del Tepozteco, una de sus principales atracciones, ya que en la punta de la montaña podrás encontrar una pirámide.
El Pueblo Mágico de Tepoztlán tiene una energía especial, por lo que es un destino para las personas que gustan de meditar y estar en contacto con la naturaleza.
Taxco
Un lugar que hasta el día de hoy conserva su encanto colonial, además de que por su peculiar forma de celebrar estos días santos, convierten a Taxco en un lugar a dónde ir en Semana Santa.
Las procesiones que los habitantes de este lugar realizan durante los días santos, tienen un toque enigmático para los visitantes, ya que los participantes en estas, suelen ir caminando descalzos por las inclinadas y empedradas calles del centro, algunos van caminando en posición incómoda mientras cargan una cruz mientras otros se flagelan durante el recorrido.
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