A inicios de octubre, el Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma que pone tope a la estancia turística eventual en la capital del país, en los que se incluye a la plataforma digital Airbnb; incluso, anteriormente, el exjefe de Gobierno, Martí Batres, había promulgado una seria de modificaciones que obligaba a los anfitriones a registrarse en un padrón público y limitaba el alquiler de inmuebles a tres por propietario.
Esta nueva reforma establece una ocupación máxima del 50 por ciento anual para las unidades de alojamiento inscritas en las plataformas digitales. El objetivo es regular el mercado de alquileres vacacionales, diversificando la competencia y reduciendo la gentrificación de ciertas zonas. Así pues, el tope turístico será de 180 noches anuales para el arrendamiento de propiedades.
Ante esta regulación, Airbnb afirmó que esta nueva ley es una medida injustificada y anticompetitiva contra el turismo, pues pone en riesgo el ingreso de miles de personas o familias a largo plazo.
"Resulta sorpresiva esta nueva reforma publicada apenas el 3 de octubre, tan solo seis meses después que la Ley de Turismo fuera reformada de manera integral, en la cual a diferencia de la reciente reforma, incluyó la participación de autoridades, anfitriones, vecinos, asociaciones hoteleras y plataformas digitales", indicó la empresa de hospedaje.
Asimismo, Airbnb subrayó el impacto económico que proporciona su actividad en la Ciudad de México, que valoran en 15 mil millones de pesos tan solo en el 2023, además de que, más de la mitad de los anfitriones de su plataforma, los ingresos obtenidos les ha ayudado a permanecer en su hogar.
Cabe mencionar que esta reforma se aprobó en medio de un incremento de turistas internacionales en la ciudad capitalina, quienes comenzaron a llegar a la Ciudad de México durante la pandemia de Covid-19 del 2o2o.