Para nadie es sorpresa que los moteles, aunque tratan de mantener altos estándares de limpieza, suelen caer en prácticas poco higiénicas, sobre todo en el marco del Día del Amor y la Amistad. Un análisis microbiológico revela datos asquerosos de moteles en CDMX.
Objetos como el control remoto y los interruptores de luz son tocados por varias personas sin ser desinfectados entre huésped y huésped, a veces tampoco da tiempo de cambiar la ropa de cama y ni hablar del agua de jacuzzis, un caldo de cultivo para virus, bacterias y hongos.
Cada 14 de febrero (algunos días antes y algunos después) se registra un aumento significativo en la afluencia de hoteles y moteles, se encuentran entre los espacios preferidos para celebrar esta fecha.
Con ayuda de una química farmacéutica bióloga, se descubrió que la ropa de cama de moteles en Ciudad de México presenta bacterias aerobias y, como era de esperarse, con luz infrarroja se descubrieron posibles fluidos humanos.
Durante la investigación, también se descubrió que los hoteles y moteles con habitaciones de mayor rango presentaban ropa de cama, como colchas y sábanas, libres de estos microorganismos.