El 2001 sería su año. Elena Gouliakova, una mujer exitosa y talentosa para el patinaje, vio en México la oportunidad de crecer en todos los ámbitos de su vida. Acompñada por su esposo, Nikolay Suetov, dejó su natal Rusia y emprendió la aventura de su vida en vísperas de que los logros que hasta ese momento había obtenido en la nación gobernada por Vladimir Putin, palidecieran ante las victorias que atisbaba conseguir en tierras aztecas, pero esto no ocurrió.
La mujer prodigio para las ruedas se encontró con una realidad desconcertante y poco alentadora. Esta es la historia de Elena Gouliakova, la patinadora que vio como sus sueños se esfumaron y ahora vive pepenando en las calles de nuestro país.
De la pista de hielo a las calles, la historia de la patinadora de Rusia
Aunque el 2001 pasaría a la historia como de uno de los años más trágicos de la historia (3000 personas perdieron la vida en los atentados del 11 de septiembre), Elena Gouliakova y su esposo llegaron a México, desde Rusia, esperanzados de una vida mejor.
En un inicio, la suerte comenzó a sonreírles. Elena era constantemente invitada a escuelas y colegios para compartir su testimonio sobre el patinaje. También tenía buenos ingresos y apoyo del gobierno. Sin embargo, conforme pasaron los años, estos programas para deportistas fueron disminuyendo hasta que las cuentas de la pareja se volvieron en números rojos.
Su marido decidió abandonarla y ella comenzó con fuertes problemas emocionales. De pronto, la mujer comenzó a ser vista acompañada de perros y con prendas maltratadas. Se convirtió, sin darse cuenta, en una pepenadora. Se le ha encontrado juntando desperdicios o comiendo sobre las banquetas.
Hoy, las redes sociales piden difundir su fotografía con la finalidad de que la historia llegue a Rusia y sus familiares puedan identificarla para llevarla de regreso. Piden apoyo para Elena Gouliakova, la patinadora rusa, que ahora no tiene a nadie en nuestro país, solo la contribución de quienes quieran sumarse.
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