Las hormigas de San Juan u hormigas chicatanas, son las hembras de las conocidas "hormigas arrieras", que habitan en la región mixteca. Estos insectos pertenecen a las especies Atta mexicana y A. Cephalotes y sirven para consumo humano.
Esta especie se consume en México desde hace varios siglos, ya que se sabe de su existencia desde el siglo XVI. En ese entonces se conocían con el nombre de tzicatl, que se traduce como "hormiga bolsona" u "hormiga de vientre abultado".
Si bien es cierto que las hormigas de San Juan están presentes en todo el país, se encuentran con mayor frecuencia en Puebla, Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Guanajuato, Morelos y Estado de México.
Estas hormigas suelen salir durante la temporada de lluvias, pues es cuando se reproducen. En esta época del año, las hormigas reinas emergen de sus nidos para ser fecundadas.
Asimismo, las hormigas salen de sus nidos en busca de alimento y se convierten en un ingrediente importante en muchos platillos locales, además de su valor gastronómico, en algunas comunidades indígenas, se cree que estas hormigas tienen propiedades curativas y se utilizan en remedios tradicionales.
La función que cumplen las hormigas de San Juan en el medio ambiente incluye varios factores; a través de su actividad de excavación y movimiento de tierra, estas hormigas ayudan a airear el suelo y promover su fertilidad, además, su presencia favorece la descomposición de materia orgánica, facilitando así la circulación de nutrientes en el suelo.
Por otro lado, también juegan un papel relevante en la cadena alimentaria, ya que son depredadores naturales de otras plagas como pulgones y cochinillas, controlando su proliferación y ayudando así a mantener un equilibrio en los ecosistemas.
Hormigas como platillo
Las hormigas de San Juan son muy apreciadas en la cultura mexicana porque han sido parte de la gastronomía tradicional durante siglos. Dependiendo de la zona geográfica, las hormigas de San Juan, pueden tener diferencias en su preparación. Algunas personas optan por comerlas en tacos, otras las hacen en salsas, moles o sirven como aderezo para algún guiso. Incluso, hay nieves de este tipo de hormigas o bien, hasta las ponen en sus micheladas.
En sí para prepararlas se ponen en agua para se ahoguen, posterior se les quitan las alas, las patas y la cabeza. Únicamente queda la parte trasera de estas hormigas y esto es lo que se guisa. En cuanto al sabor, muchos dicen que saben a almendras, avellanas o nueces.
