Empecemos por recordar que la Ciudad de México es una zona sísmicamente activa, pues se registran tanto sismos como microsismos con frecuencia, especialmente en alcaldías Álvaro Obregón y Benito Juárez. A principios de año, se detectaron dos fallas sísmicas en la CDMX: las de Mixcoac y Barranca del Muerto, pero eso no es todo.
La combinación de la fricción entre bloques tectónicos y el evidente hundimiento del Valle de México contribuyen a una dinámica que suele asustar a los capitalinos. Los movimientos de magnitudes menores en la capital del país se deben a la activación no de una, sino de un sistema de fallas.
Cuando hablamos de fallas sísmicas nos referimos a fracturas en la corteza terrestre que provocan que los bloques de roca se muevan entre sí y, a su vez, provoquen temblores, la mayoría de los cuales son casi imperceptibles y no provocan daños significativos.
Ahora bien, resulta que científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, la UNAM, identificaron que podría haber más fallas geológicas bajo la Ciudad de México, están estudiando las barrancas situadas al norte de la capital, pues podrían representar otras fallas principales.
Las fallas a las que los expertos se refieren se encontrarían en el área que incluye a la Supervía Poniente, la zona de San Jerónimo y la zona de Santa Fe, todas densamente pobladas.
Por supuesto que estas fallas sísmicas en la CDMX no deberían preocuparte, solo debes mantenerte informado acerca de su existencia y recordar los protocolos de actuación en caso de sismo.